La ceremonia de graduación de los IV Medios Generación 2020 del Colegio Epullay Montessori tuvo que adelantarse debido a las medidas sanitarias impuestas por la autoridad. Por ello, se realizó este miércoles 9 de diciembre en un ambiente bastante más intimo que en otras ocasiones y con las necesarias medidas de precaución que exige la pandemia.
Tuvo como eje central y motivador a “Los sueños” y de cómo todos los estudiantes a lo largo de lo que han forjado en el colegio y en sus vidas, tanto con sus profesores, sus compañeros, sus familias, lograron germinar una semilla que hoy brota al mundo y les permite, de alguna forma, hacer sus sueños realidad.
El escenario fue especialmente decorado con nubes y pequeños globos aerostáticos iluminados, como una metáfora al cielo y los sueños de cada estudiante.
“Fue una ceremonia emotiva y muy significativa para los chiquillos y sus padres. Las familias estaban super agradecidas, los estudiantes felices y los profesores muy satisfechos con lo que vivimos”, dice José Manuel Cartes, profesor jefe del IV Medio B.
Una vez que ambos cursos llegaron, junto a sus profesores, al lugar de la ceremonia -la multicancha techada- se generó una instancia muy similar a la de los Consejos Generales, donde un representante de los profesores, uno de los apoderados, uno de los estudiantes de cada IV Medio y un representante de los administrativos y auxiliares, más de jefe de ciclo, María José Ferrer, dijeron lindas palabras de agradecimiento. En general, sobre valorar el estar con salud, el haber pasado un año complejo, pero en familia; y de estar sanos, de tener sueños y proyectos por desarrollar.
Luego el rector, Orlando Galaz, dirigió unas emotivas palabras sobre cómo ambas generaciones enfrentaron un año distinto y difícil, pero supieron sacarlo adelante de la mejor forma. Destacó que esta es una generación única, con un enorme potencial humano en pro de realizar cambios sociales.
Luego subió cada curso con su profesor jefe para recibir su Licencia de Enseñanza Media y una pareja de apoderados -familia Santa Cruz- dio un discurso de agradecimiento al colegio.
Un momento emotivo fue la entrega de unas araucarias a aquellos estudiantes más antiguos, que realizaron todo su proceso de formación en el Colegio Epullay, un reconocimiento para ellos y también para sus familias que han confiado en este proyecto educativo.
A continuación, se distinguieron a algunos alumnos: Excelencia académica: Matías Labbe López; Mejor compañera y compañero: Antonia Vallette Mella y Matías Labbe López, y Boris Barahona y Rafaela Cortés Navarrete y; Premio Espíritu Epullay: Valentina Becerra Encalada.
La profesora jefe del IV Medio A, Mariela Suazo, en representación de ambos profesores jefes, también les dedicó sentidas palabras a los estudiantes, agradeciéndoles su compromiso, la oportunidad que los alumnos y alumnas les entregaron y su constante calidez.
Hubo un espacio de enorme recogimiento, al recordar a Tomás Echeverría, alumno fallecido hace poco más de un año y que hubiera egresado este año de IV Medio A. La figura de Tomás entre sus compañeros, sus profesores y en toda la comunidad del colegio es algo que jamás se olvidará, como sus energías e invariable alegría.
Finalmente se terminó con la Ceremonia de la Luz, un rito ya clásico en el colegio, en el que entran estudiantes del ciclo Preescolar con velas encendidas y con la llama de éstas van encendiendo las velas de los alumnos y alumnas de IV Medio. Se realiza la última Línea, en la que los profesores jefes pasan lista por última vez con la emoción que ello conlleva. Los estudiantes luego se ponen de pie y con sus velas encendidas salen del lugar, en medio de aplausos, en una metáfora de que alumbrarán el mundo.
Tras eso, hubo una reacción espontánea y fuera de todo libreto por parte de los estudiantes, que decidieron hacer una gran línea o círculo, donde se dijeron afectuosas palabras de agradecimiento a cada uno de sus compañeros de esta inolvidable Generación 2020 Epullay.
¡Todo el éxito y felicidad que se merecen, queridos estudiantes!